Los toldos son elementos necesarios durante las campañas de excavación, debido a las condiciones a las que nos sometemos. Para aprovechar el buen tiempo, la mayoria de excavaciones tienen lugar durante el verano… y ello conlleva un inconveniente: el Sol justiciero de mediodía. Para paliarlo, se suele disponer de toldos, ya sea clavados o levantados sobre patas metálicas.
Pues bien, la pata metálica siempre le toca a alguien, y en el caso de que caiga justo encima suya, debe arreglárselas para seguir su labor excavadora. Para ello, situa las piernas a los lados de la pata, y sigue trabajando sobre la pared a excavar. Las piernas, opcionalmente, pueden cruzarse o mantenerse separadas.
Se trata de una postura realmente incómoda, pero leve, puesto que solo debe adoptarse por una persona durante las horas de máxima insolación. Otra opción es simplemente, cambiarse de sitio, si está en tu mano. Tras esas horas de necesidad del toldo, acaba el espectáculo de la barra.
Eso si, mientras tanto, el resto se habrán puesto las botas haciéndote fotos…

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3 comentarios

  1. JAJAJAJAJAJA

    En realidad, en una de las últimas excavaciones este septiembre surgió llamarlo «excavasutra»… ya veremos si le mantengo el nombre actual…

    Saludos! 😉

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