No se aburrió, desde luego. A bordo del Beagle, estudiaba las corrientes, medía profundidades, jugaba al mus (o a su equivalente inglés) y bebía su té a las 5. Pero de vez en cuando llegaba lo bueno, cuando llegaban a tierra y las expediciones empezaban, y durante los cuales recogió gran cantidad de bichejos. En cierto modo, cuando durante la carrera salimos al campo a por ejemplares para herbarios e insectarios, ¡hacemos lo mismo!
El jóven Darwin flipó con la diversidad de la fauna y la flora en los distintos lugares, y poco a poco, en su cabeza, iba comprendiendo las cosas. Poco a poco, veía explicación científica a todo aquello: la separación geográfica y la diversidad de condiciones en cada lugar, eran la causa de las variaciones entre poblaciones. No hacía falta recurrir a los tópicos «es que es un misterio» o «porque el Señór así lo quiso»…
Tras regresar a la madre patria, ya con 27 añejos, publicó su diario del viaje del Beagle. Y, evidentemente, los naturalistas se quedaron topicuetos con su trabajo. No fue una sorpresa, por lo tanto, que en los años siguientes se convirtiera en una personalidad! Llegó incluso a ser secretario de la Sociedad Geológica de Londres y quedaba para tomar pintas de cerveza con Charles Lyell, Thomas Henry Huxley y Joseph Dalton Hooker… el jóven Darwin, señores, se había convertido en lo que ahora llamaríamos un «pope».
Leyendo a Malthus, Darwin pudo encontrar el hilo conductor de su historia, el mecanismo que se lo explicaba todo! Según decía Malthus, la población humana mundial iba creciendo de tal manera, que podría desembocar en el agotamiento de los recursos naturales, y una lucha por la supervivencia, que acabaría con el triunfo de los mejor preparados…
Darwin debió exclamar algo similar a «Alejandreta, pues claro!» y se encerró en su fortaleza de la soledad, también conocida como despacho, para dar forma a su teoría: La selección natural sería un proceso por el cual las condiciones ambientales, la cantidad de recursos, los procesos geológicos, y la interacción entre especies llevarían a un diferente éxito reproductivo entre individuos de una población con determinadas características diferentes y heredables.
En 1858 recibió una carta (por aquel entonces, solo los atlantes debían tener correo electrónico) de su coleguilla Alfred Russel Wallace, quien, en sus andanzas y expediciones, había desarrollado independientemente la misma teoría que Darwin. Y para que todos salieran ganando, decidieron publicar conjuntamente un artículo en la Sociedad Linneana: «Sobre la tendencia de las especies a crear variedades; y sobre la perpetuación de las variedades y de las especies por medio de la selección natural». Vaya, un citation en toda regla.
El trabajo de Darwin revolucionó las ciencias biológicas, y tuvo una influencia decisiva sobre el pensamiento moderno en general, aunque en ocasiones parece que no se termine de comprender su mensaje. Recogió su teoría en su libro «El origen de las especies«, publicado el 24 de noviembre de 1859. Años después, en 1871, publicó «El origen del hombre«, donde defendía la teoría (ahora confirmada, pese a quien le pese, valga la redundancia) de la evolución del hombre desde algun animal similar a un simio…
Todo quedó dicho… pero a la sociedad le costó asimilarlo. Pronto, hallazgos del registro fósil permitieron ir completando lagunas. Hombres-mono, dinosaurios-pájaro, peces-anfibio… los seres del pasado empezaban a contar una historia que daba la razón a Darwin y Wallace! Y aunque parezca mentira, aun estamos en ello… porque aun hay algun que otro cabezón con benda en los ojos! Y es que no hay peor ciego, que el que no quiere ver…
Este año, según parece, y con motivo del bicentenario del nacimiento de Darwin, se tiene previsto el estreno de la película «Creation» (un titulo, a mi parecer, un tanto inapropiado, pero que al menos dará que hablar, jeje). En esta película, nos encontramos con un jóven Charles Darwin (interpretado por el actor Paul Bettany) en plena efervescencia de su teoría, y cómo vive esta revolución junto a su mujer Emma (interpretada por la genial Jennifer Connelly). Esperemos que lagan un buen trabajo con este film, que parece que promete!
Pues el actor que encarnará a Darwin hizo un personaje muy parecido en Master and Commander: el médico del barco. Casualidades de la vida XXD
Nene!!!
«Pope»?????
jajajajajajajajajaj