Muchos paleontólogos tenemos predilección por las figuritas y muñecos de dinosaurios. Sean más feos, o más realistas, se nos cae la baba. Supongo que un médico se enamoraría igual de los kits del «cuerpo humano» si estos abundaran más en las jugueterías. Si encima estos muñecos están capacitados de algun mecanismo para gritar o moverse, ya nos derretimos! Un paso más adelante están los peluches de fauna prehistórica. Tan pequeños y tan tiernos… con esos ojirris perlados… es imposible no rendirse a sus encantos.
Pues bien, este año han rizado el rizo. Imaginaos que un juguetero, coge a uno de los dinosaurios de Hasbro de JPIII (uno de los que se movían o rugían, como el Spinosaurus) y lo aparea con un peluche tierno con pielecilla suave y ojos perladicos. ¿Qué podemos esperar que salga de semejante relación? Esto:
Si, señores. Se trata de peluches animatrónicos. Hasbro ha sacado este año la línea «Dinoroars Stompers» dentro de Plaskool, sus juguetes dedicados a los más pequeños. A más de uno le sonará eso de «Dinoroars». Si, señor, los conocimos antaño como «Dinosonoros», y eran dinosaurios de tela de colores chillones. Estos peluchiformes, al ser abrazados o estrujados, emitían un rugido de lo más tierno, lastimoso o triste, según el estado en el que se encontraba. Tiempo después, Hasbro-Playskool sacó los siguientes «Dinoroars» en los que las cabezas de los dinosaurios eran de plástico. Esto les permitía que, al rugir, abriesen la boca. Y señoras y señores, los «Dinoroars Stompers» son el siguiente paso juguetivo.
La variedad da gusto: tenemos un pterosaurio (que estoy tentado de comprar y meter en una jaulilla de periquitos), un tiranosauroide (con su cría a juego), un Triceratops (con cría nuevamente), una cría de stego, un anquilo… Entrad aquí y maravillaros. O echadle un ojirri a estos videos. Ale, a la carta de los Reyes!
Supongo que también conoces a Pleo, no?
http://robotycanicas.files.wordpress.com/2009/05/pleo_schem_w1200.jpg
por acá llegaron las crías de dinosaurios, fue inevitable no prestarles atención también, jeje
esas cosas estan bien monas!!!!!!
en serio. cualquiera se derrite al verlas.
OMG!! aun conservo el primer «dinoroar», con ese color tan chillón como el grito que pega al estrujarlo…me encanta!! No recuerdo cuándo me lo regalaron, sé que hace muuuucho tiempo, y todavía, con mis 21 años lo tengo en mi habitación…