Cómo ya hemos comentado alguna vez, los nombres de los dinosaurios se las traen. Ese baile de términos en latín y griego que da como resultado nombres indescifrables. Pero, y eso ha de reconocer cualquier persona, hay nombres de dinosaurios que son simplemente mágicos.
NHM |
Tyrannosaurus rex es probablemente el nombre de dinosaurio que todo el mundo conoce, o uno de los más famosos. ¡Y nadie puede negar que es un nombre con fuerza! Significa «rey de los lagartos tiranos», un nombre estupendo para un dinosaurio carnívoro de los más grandes que han existido jamás. Y claro, ser algo así y tener semejante nombre hicieron que Tyrannosaurus se convirtiese en uno de los dinosaurios más conocidos del mundo.
Esqueleto de Apatosaurus. Wikimedia. |
Otro nombre que se cuenta entre los más famosos es «Brontosaurus«. Lamentablemente, se considera un nombre científico no válido. ¿Por qué es eso? En 1877, el gran paleontólogo Othniel Charles Marsh, publicó un dinosaurio saurópodo (de cuello largo) y lo llamó Apatosaurus. Dos años más tarde, en 1879, describió otro dinosaurio saurópodo más completo y lo llamó Brontosaurus, que significa «lagarto del trueno». ¡Menudo nombre más chulo! Años después se descubrió que el ejemplar original de Apatosaurus era de hecho un individuo jovencito… de Brontosaurus. ¿Y qué se hace cuando ocurre algo así? Pues que gana el nombre que fue publicado primero. Y como en este caso fue Apatosaurus, pues Brontosaurus fue considerado un sinónimo, y como tal, nombre no válido.
Lo curioso es que a Tyrannosaurus rex no le pasó esto de puro milagro. Los primeros restos de este gigantesco carnívoro se descubrieron en 1900 en Wyoming por Barnum Brown, del Museo Americano de Historia Natural. Dos años después, en 1902 se descubrió un esqueleto y cráneo parcial que tardó 3 años en excavarse. Sin embargo, al ser estudiados por Henry Fairfield Osborn, ambos especímenes no habían sido preparados del todo en sus laboratorios, y el paleontólogo creyó que eran dos animales diferentes. Al primero lo llamó «Dynamosaurus imperiosus«, y al segundo, Tyrannosaurus rex.
Parte del especimen tipo de «Dynamosaurus». Wikimedia. |
Pero espera… si «Dynamosaurus» fue el primero en ser encontrado… ¿No debería ser el nombre que prevalece? ¡No, hombre! Fue el primero que se encontró, pero a la hora de publicarse, ambos se publicaron en el mismo volumen. ¡Y Tyrannosaurus ganó por estar unas páginas antes!
Los restos de «Dynamosaurus» fueron más tarde vendidos al Natural History Museum de Londres en la década de 1960. Y precisamente van a ser expuestos en breve, contando esta misma historia. ¿Quieres saber más cosas? Pues pasate por este artículo de «The Telegraph» (in inglis) o mira el siguiente vídeo, donde nuestro colega el Dr. Paul Barrett explica esta historia desde los almacenes del NHM (también en inglés).
¡Para mí siempre será brontosaurio! Por cierto que en el fascículo Los dinosaurios de la colección Zoobooks aparece un Tyrannosaurus rex y al cabo de varias páginas una pareja de Dynamosaurus acosando a una manada de Triceratops, jeje…
😉
http://www.koprolitos.blogspot.com.es/2013/09/dos-por-uno-en-dinosaurios.html