El pasado miércoles por la noche se emitió el último episodio de la primera temporada de la serie de la CW «
Arrow» en Estados Unidos. Si sois de aquellos que ya lo visteis, podéis seguir leyendo. Los que no lo hayáis visto, pero os la sude porque no seguís la serie, también podéis seguir leyendo. Pero si la sigues o tienes intención de verla, mejor abstente de continuar leyendo más abajo. O, si lo haces, hazlo bajo tu propia responsabilidad. Porque la cosa viene cargadita de SPOILERS.
Aun así, como somos así de meticulosos, vamos a ir por partes. Sólo por si eres de aquellos que no ven la serie, pero sigues leyendo estas líneas. Y a todo esto, ¡Gracias! Veamos…
«Arrow» es una serie de CW (actual cadena televisiva de Warner Television) y DC Entertainment creada por Greg Berlanti, Marc Guggenheim y Andrew Kreisberg, basada en la historia del superhéroe de DC Comics «Green Arrow» (Flecha Verde) y protagonizada por Stephen Amell junto a Katie Cassidy, Colin Donnell y, entre otros, John Barrowman.
Parte del cast, posando photoshoperamente
Green Arrow nació en los comics en 1941, en inicio creado como una alternativa a Batman, pero con el tiempo fue «macerándose» y teniendo un carácter propio. Fue especialmente popular en los 80 al protagonizar una serie de comics con su amigo Green Lantern, aunque más allá de los lectores de cómics no fue especialmente conocido hasta su aparición como personaje regular en la serie «Smallville», interpretado en este caso por Justin Hartley.
Izquierda: aventuras de Oliver Queen con su amigo Hal Jordan. Derecha, Justin Hartley encarnando a Oliver en Smallville.
En «Arrow» conocemos a Oliver Queen, un playboy millonario que, tras sufrir un naufragio y estar 5 años en una isla luchando por sobrevivir, vuelve a su ciudad dispuesto a repartir justicia a mamporrazo limpio (o más bien a flechazo). La versión de la serie actual es una adaptación algo libre en muchos aspectos, pero recordemos que Smallville terminó hace apenas 3 años, por lo que volver a presentar al mismo personaje hubiese sido contraproducente. Sea como sea, en la serie se narran los inicios de Oliver Queen en Starling City (Star City en los cómics) como el «vigilante» particular de la ciudad. Green Arrow es, al igual que Batman o Iron Man, un héroe sin poderes, cuya particularidad es una mezcla de ideales, forma física y artilugios caros. Y, a día de hoy, los villanos a los que se ha enfrentado son tan humanos como él. La serie empieza con Oliver derrotando uno a uno a una serie de personas implicadas en tramas de corrupción, una lista que le dejó su propio padre para redimirse de haber sido una de las personas que «habían fallado a la ciudad». Sin embargo, con el paso de los episodios, muchos cabos empiezan a atarse y aparece en juego un proyecto mayor y terrible: librarse de los Glades, el barrio más humilde de la ciudad, pero donde también se acumula la mayor parte de delincuencia. Y librarse a lo bestia, fingiendo que haya sido un acto de la naturaleza.
«¿Que quieren hacer QUÉ? Esto de la especulación se les está yendo de las manos»
El detective Lance intentando desactivar el terremoteitor
Estamos ya chapoteando en la ciénaga de los spoilers, así que vamos a zambullirnos del todo. El «supervillano» responsable de este plan pretende usar un dispositivo «sísmico» desarrollado por el Dr. Brion Markov en Unidac Industries para, actuando sobre una falla que discurre debajo del desdichado barrio, provocar un terremoto que lo destruya. La idea no es nueva, ya que si nos remontamos a «Superman: the movie» (1978), el plan de Lex Luthor era semejante: usar dos misiles para activar la falla de San Andrés, destruir California y que sus terrenos de desierto pelao pasasen a estar en primera línea de playa, donde poder montar su Marina D’Or y sacar tajada.
Se pueden imprimir más cómics y hay frikis de sobra, pero siempre hará falta tierra.
Otis, devuelve el traje y la peineta, no hablaba de ese tipo de fallas
Pero… ¿es eso posible acaso? ¿Se puede provocar un terremoto actuando sobre una falla? Como me asaltó esa duda mientras babeaba con el episodio final de temporada de Arrow, decidí preguntarle a
Nahúm, de nuestro blog hermanado «
Un geólogo en apuros«.
Ser un supervillano no es tarea fácil en los tiempos que corren. Si a eso le agregamos la palabra geológico como apellido, la cosa no solo se complica, sino que además se haría tremendamente cara porque habría que conseguir dos objetivos fundamentales: Una, y la fundamental, que la Tierra haga lo que tu quieras, y dos, miniaturizar la tecnología lo suficiente para intentar pasar desapercibido ante los ojos del bien.
Hoy en día conocemos muchas causas para provocar terremotos de una manera antrópica, pero cuentan con un grave problema, y es que hay un desfase desde que las pones en marcha hasta que ocurre el terremoto (o el enjambre), que puede ser muy variable, normalmente de días o de meses y que requieren un gran despliegue técnico para poder ponerlas en marcha, con lo cual no nos valdrían, y son las siguientes: La construcción de una presa (y posterior llenado), la extracción de aguas subterráneas, las canteras, la generación de energía geotérmica, y el fracking (el fracking es una técnica para fracturar mediante fluidos las rocas a determinadas profundidades para poder extraer hidrocarburos y gas natural que está atrapado. En España, el mero hecho de que se estudiase una zona para realizar el fracking en la provincia de Jaén provocó que las fallas se asustasen y provocaran la archiconocida serie sísmica de Torreperogil).
Si también descontamos las causas sociales que causan los terremotos como el sexo extramatrimonial en Irán, el matrimonio gay en San Francisco o las actividades homosexuales en Israel, y que a día de hoy no están muy demostradas como causas de los terremotos, solo nos quedan dos opciones: Bombas de penetración o explosiones nucleares subterráneas.
Una forma discutida de provocar terremotos son las bombas de penetración. Estas bombas, lanzadas desde aviones, son capaces de atravesar hasta 50 metros antes de detonar su carga y pueden tener un explosivo tanto atómico como tradicional. Aunque la potencia inicial de estas bombas no sea muy grande como para provocar un terremoto notable, en determinados contextos geológicos actúan como bombas de relojería: son capaces de alterar el régimen de esfuerzos existente en las zonas de falla pudiendo disparar un terremoto antes de que la falla se salga de cuentas. Esta técnica no es realmente muy efectiva, pero un malo de película siempre tiene que conocer sus alternativas.
Hoy por hoy, la única manera de generar un terremoto de una magnitud apreciable cuando tu quieras es mediante una explosión nuclear subterránea. Pero ojo, ¡nunca pruebes este sistema antes!. Si ya es difícil conseguir conseguir todo el combustible nuclear sin que te pillen, hacer una prueba antes, por pequeña que fuese, te pondría en el punto de mira. Y es que las explosiones generan un sismograma muy característico. Y haciendo unos cálculos sencillos, localizarte:
En este ejemplo cortesía de IRIS (http://www.iris.edu) se aprecian perfectamente las
diferencias en el dibujo de un terremoto natural (abajo) y una explosión (arriba).
Cabe la posibilidad de que si eres muy listo, puedas camuflar la prueba nuclear dentro de otro terremoto, pero para ello tendrías que encontrarte en una zona sísmicamente muy activa y que produzca terremotos relativamente grandes para intentar colar la explosión… eso si, lleva cuidado no te toque un periodo de silencio sísmico (esto es, en una zona activa, cuando una falla o tramo de falla no provocan un terremoto durante un periodo de tiempo largo) y no puedas hacer la prueba. De hecho, causalidades de la vida, una de las mayores causas de terremoto en fallas es el silencio sísmico.
Luego tienes que encontrar un sitio donde enterrar la bomba y cerca de la ciudad. Un consejo para el malvado villano sería esconderla en un lugar donde existiesen fallas (cuanto más activas y grandes mejor) para que estas se disparen con la explosión, creando todavía más caos y destrucción si cabe. No obstante, para que nos hagamos una idea, con la mayor bomba jamás construida (de 50 megatones) se puede provocar un terremoto de 8.3 sólo como efecto de la explosión. La explosión crea una onda de presión que aumenta, valga la redundancia, la presión de fluidos en los poros de la roca hasta el punto de que pueden provocar fracturación y la reactivación de otras ya existente, creando terremotos naturales como fruto de la detonación de la bomba hasta a algunas decenas de kilómetros de distancia, como se ha podido observar en las pruebas nucleares subterráneas norteamericanas.
Así pues, un sistema tan silencioso e inadvertido como el que usan en Arrow para provocar el terremoto es a día de hoy desconocido. ¡No en vano era tecnología punta desarrollada en Unidac Industries! La opción de Lex Luthor, sin embargo, parece mucho más cercana. Que miedo, ¿no?
Nahúm N. Chazarra & Francisco Gascó
Agradecimientos: Este post le debe todo el contenido serio y científico a Nahúm. Podéis visitar su blog
Un Geólogo en apuros y maravillaros con las ciencias de la Tierra como en pocos lugares. También han participado aportando capturas e imágenes
LaFortalezadelaSoledad.es y
ArrowSpain. ¡Gracias a todos!
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Genial el articulo hablando de Arrow y todo el tema de los Terremotos.
Nunca te acostaras sin saber algo nuevo 😀
¡Estupendo el artículo, ameno, divertido y ocurrente! Enhorabuena a los dos autores (Nahúm: como se enteren en mi novela que andas en otros lugares prestando tu nombre te despiden fulminantemente!).