Los comportamientos son un hueso duro de roer en Paleontología. Todo cuando queda son restos indirectos, como las huellas, o en este caso, los huevos y los nidos. ¿Cómo hacían los grandes dinosaurios para incubar sus huevos? Está claro que los grandes saurópodos de cuello largo no se sentarían encima de sus puestas, bajo riesgo de convertir a su prole en un revuelto. Pero, ¿y los dinosaurios terópodos, que podían alcanzar también varias toneladas, bípedos, y muchos de ellos emplumados?

Este es el caso del grupo de los Oviraptorosaurios, que si bien podían ser de tamaño, digamos, doméstico, algunos géneros alcanzaron tamaños XXL. Recientemente entre las comunicaciones del congreso anual de la SVP (Society of Vertebrate Paleontology) se ha presentado un estudio del comportamiento de anidamiento de estos bichos.

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Recapitulemos un poco: cuando se descubrió el género que da nombre al grupo, Oviraptor, se le llamó «ladrón de huevos» porque los científicos creyeron que sus restos, hallados cerca de nidos, habían sido pillados «in fraganti». Al estudiar los huevos de dichos nidos, sin embargo, se descubrió que eran de su misma especie. Pero el nombre de «ladrón» ya lo tenían puesto los pobres. En realidad, estos ejemplares murieron en las cercanías de sus propios huevos. Y así fosilizaron. Y con el tiempo, el número de géneros y especies del grupo se multiplicó. E incluso se hallaron algunos fosilizados sobre el nido, como Citipati.

Oviraptor era un bichejo de como mucho medtro y medio, pero en su familia hubo grandes titanes como Gigantoraptor, que pudo llegar a 8 m de longitud, 6 m de altura y 1,5 toneladas de peso. ¿Cómo anidaban? ¿Hacían nidos abiertos, como las aves? ¿O nidos enterrados, como los cocodrilos? Un equipo de investigadores encabezado por Kohei Tanaka comparó la porosidad de los huevos de los oviraptorosaurios con los de las aves y cocodrilos. La aves, que usan nidos abiertos, tienen cáscaras de huevo menos porosas para mantener la humedad en su interior, mientras que los cocodrilos, que entierran sus huevos, se pueden permitir cáscaras más porosas. Segun Tanaka y sus colegas, la porosidad de los huevos de ovis es semejante a la de los pájaros, por lo que tiene sentido que usarían nidos abiertos.

Esto plantea un problema porque un nido abierto necesita ser incubado. Segun su estudio, los huevos podrían haber soportado el peso de Oviraptor y otros parientes de tamaño pequeño-medio. Pero, ¿y sus «primos de zumosol»? Aquí es donde se acudió al estudio de la estructura d elos nidos. Los más peques ordenaban los huevos como si se tratara de los pétalos de una margarita. Los nidos de géneros de mayor tamaño, ordenaban los huevos también circularmente, pero dejando un mayor hueco en el centro. Los investigadores concluyen que esta estructura del nido les habría permitido descansar el peso en el centro del nido, permaneciendo los huevos alrededor, sin ser aplastados.

Foto: Kohei Tanaka, University of Calgary. Tomada de http://news.sciencemag.org

Referencia:

NEST TYPE AND INCUBATION BEHAVIOR IN OVIRAPTOROSAURS IN RELATION TO BODY SIZE.
TANAKA, Kohei; ZELENITSKY, Darla; LÜ, Junchang; YI, Laiping; PU, Hanyong; CHANG; XU, Li; LI, Hua.
SVP ABSTRACTS 2014

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