Por otro lado, o más bien al otro lado del mundo, desde Australia, Hocknull et al. (2009) nos han sorprendido con un empujón a las faunas cretácicas, describiendo tres nuevos saurísquios! Nuestros protagonistas son Australovenator wintonensis, un allosauroide probablemente cercano a Carcharodontosauridae, Wintonotitan wattsi, un titanosauriforme basal, y Diamantinasaurus matildae, un titanosaurio lithostrotiano (se dice así?). Estos tres preciosos bichejos provienen de la Formación Winton, al este de Australia, de finales del Cretácico inferior.
Y desde los medios más típicamente periodísticos, contraatacan con la historia de que “un científico canadiense quiere transformar pollos en dinosaurios”. Si bien el titular es reiterativo (como si dijeran “quieren convertir al gato en un felino”) la idea ya hace tiempo que vaga por ahí, y resulta, cuanto menos, curiosa. Hans Larsson, de la Universidad McGill de Montreal, espera poder reproducir en estos polluelos las características de dinosaurios no avianos manipulando genéticamente sus embriones. Según Larsson, construir un criadero para dinosaurios «sería una empresa demasiado vasta», el objetivo es solamente ofrecer una «ilustración de la evolución». Y la verdad es que visualmente, la cosa es potente: «Si puedo demostrar claramente que el potencial para el desarrollo anatómico de los dinosaurios existe en los pájaros, entonces esto prueba que las aves descienden directamente de los dinosaurios», dijo. La verdad es que ya no hay ninguna duda de ello, pero al público aun le cuesta imaginarse que el McPollo y el T. rex estaban emparentados… Al parecer, desde el grupo National Geograhic aceptaron financiar el proyecto, cuya idea surgió tras conversaciones con el mismísimo Jack Horner, quien escribió recientemente un libro titulado ‘Cómo construir un dinosaurio’… Y es que estas ideas solo podían salir de la mente friki de un paleontólogo…