La típica imagen de excavación de Parque Jurásico se ha quedado grabada a fuego en las mentes de todo el mundo. Un esqueleto completo, articulado, posando para el paleontólogo, y tan sólo cubierto por arena suelta, que el aventurero retira con la preciada herramienta: el pincel. Esta imagen es nuestra cruz. Cada vez que alguien se entera de que participamos en excavaciones, surge la pregunta «¿con el pincel?» a lo que esperan la ansiada respuesta de «si», pero a la que respondes con un categórico «no». La conversación entonces deriva hacia las excavaciones reales, con sus quintales de rocas retiradas, los martillos neumáticos, y la verdadera recompensa: los huesos, lejos de estar completitos, y posando para ti, están hechos trizas. Huesos desarticulados, completos si tienes suerte, o incompletos en muchos casos. Y es a partir de esa información escasa y sesgada que tenemos que trabajar para construir hipótesis.
UCS & Amblin
No obstante, hay ocasiones que se acercan a la ficción cinematográfica. ¡Si, claro, todo no va a ser trabajo duro con poca recompensa! Y es que, algunas veces, se encuentran yacimientos de «conservación excepcional«. El término original es alemán (Konservat-Lagerstätten) y hace referencia normalmente a yacimientos de calizas litográficas (aunque existen muchos otros). Lo realmente extraordinario de estos yacimientos no es ya que los esqueletos estén completos o articulados, ¡es que son mucho más que huesos! En estos yacimientos se han descrito fósiles de vertebrados con impresiones de lo que fueron sus partes blandas, incluyendo la existencia de escamas o plumas en su superficie.
Son especialmente famosos el yacimiento de Solnhofen en Alemania (dónde se encontró Archaeopteryx) o la Formación Yixian en China (lugar de origen de la mayoría de dinosaurios no avianos emplumados que han revolucionado la dinosauriología). Pero nuestro país tiene también sus yacimientos de conservación excepcional, como Las Hoyas (cuna del Iberomesornis o del recientemente publicado Concavenator) o las minas de Libros (cuyas ranas son especialmente famosas y están repartidas por unos cuantos museos).
Museum für Naturkunde.
Todo esto nos lleva a las condiciones para que tales maravillas se conserven y ahora podamos estudiarlas. Y es ahí precisamente dónde entran en juego los microorganismos. Los «algal mats» o «microbial mats» o como los he visto traducidos en ocasiones «tapices algales o microbianos» o «biofilms» son precisamente lo que su nombre indica: un entramado de cianobacterias y microorganismos diversos que recubren el fondo de un lago, un charco, o una zona litoral. ¿Qué tienen que ver estos pequeños organismos con nuestra pregunta inicial? ¡Muchísimo! Són estos tapices los responsables de muchos casos de yacimientos de conservación excepcional.
Por un lado, estas láminas de bacterias que recubren los sustratos son pegajosas. Así es, cómo cuando has intentado trepar o andar por una costa rocosa y nas notado que te resbalabas porque parecía haber algo viscoso «allí donde se veía verde». Esta consistencia viscosina atrapa muchos organismos, de modo que es más dificil que sean arrastrados por corrientes, desarticulados, etc. Estas láminas, al proliferar, pueden cubrir al pobre animalillo que haya caido al fondo, por lo que, además de impedir que se mueva, también lo protegen. Además, junto con los restos de seres vivos, también atrapan sedimento, de modo que el propio tapiz está asegurando un enterramiento más o menos rápido. Por útimo, estos recubrimientos de algas actuan de moldes del resto que han atrapado, por lo que, aunque evidentemente con el paso del tiempo los tejidos blandos desaparezcan, quedará una impresión de lo que fueron.
Wikipedia
Gracias a estos tapices microbianos se han podido conservar fósiles tan excepcionales que, sin darnos cuenta, debemos a estos microorganismos grandes avances de la paleontología de vertebrados. Y es que, después de todo, las ciencias biológicas y geológicas están mucho más relacionadas de lo que muchas veces se piensa.
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Ese post participa en el Primer Carnaval de Biología cuyo anfitrión es el blog Micro Gaia.
Ahora cuando vea las zonas verdes de las rocas en la playa no las voy a mirar igual !
Todo lo referente a la paleontología es prácticamente un misterio a mis ojos, sin embargo me parece de lo más interesante, si encima le sumas bacterias ya es genial !
¡ Gracias por participar en el carnaval y por aportar una nueva perspectiva !
¡Gracias a ti por la oportunidad y la iniciativa! 🙂