Fruto de las expediciones del Museo Americano de Historia Natural al Desierto de Gobi, en Mongolia, fue el hallazgo de muchos dinosaurios, algunos especialmente famosos. No en vano, en esos páramos desiertos se encontraron los restos de Velociraptor mongoliensis. Sin embargo, otro bicharraco más extraño es el que nos ocupa hoy aquí.
Oviraptor es un género de dinosaurio terópodo (grupo al que pertenecen todos los dinosaurios carnívoros) que vivió a finales del período Cretácico, hace unos 75 millones de años en la zona que hoy ocupa el desierto del Gobi, entre Mongolia y China. En principio se creyó que estaba robando los huevos junto a los que se encontraron sus restos, y de ahí su nombre, que significa «ladrón de huevos». Sin embargo, el estudio de los huevos y su contenido reveló que eran huevos de su misma especie, por lo que, lo más probable fuese que estuviese incubándolos.
A finales de los 90 se descubrieron parientes de Oviraptor en yacimientos de conservación excepcional (esos yacimientos con sedimento muy fino que conservan las marcas de los tejidos blandos) de China. Estos dinosaurios estaban cubiertos por plumaje, y presentaban plumas complejas, semejantes a las remeras de las aves actuales, en brazos y cola. Por ello, desde entonces a todo este grupo de dinosaurios se les representa de este modo. Se trata de terópodos muy cercanamente emparentado de las aves, hasta el punto que algunos investigadores sugirieron que, en realidad, fuesen aves primitivas que hubiesen perdido su capacidad de volar. Sin embargo, lo más aceptado es que el grupo de los «ovirraptorosaurios» son terópodos no avianos, cercanamente emparentados con los dromeosaurios (raptores) y aves.
En los yacimientos de los «Flaming Cliffs» en el Gobi se han encontrado centenares de restos de Oviraptor (incluyendo esqueletos, huevos y nidos completos) y de otros dinosaurios con los que compartía su habitat, como el hervíboro Protoceratops y el famoso Velociraptor.
Desde 2012 está en exposición en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia un nido original de Oviraptor prestado por el CosmoCaixa. Dada la acogida de este ejemplar, se ha prorrogado su tiempo en Valencia, asi que si no has pasado aun a visitarlo, ¿A qué esperas?