¿Quien dijo que la productividad primaria en el Mesozoico era baja? Si, la situación es desoladora: enormes masas de carne con hambre de ensalada vagaban sobre este globo, necesitando un gran aporte alimenticio… pues lo que había, bastaba!

Un reciente estudio de Hummel y colaboradores, publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B, han hecho uno de esos experimentos de Paleobiología que tanto nos gustaría reproducir en nuestras casas: simularon los intestinos de un dinosaurio fitófago. Si, como te lo cuento: utilizaron unos tubos herméticos, que dotaron de microbiota. En ellos reunieron la receta básica de ensalada mesozoica, a base de helechos, ginkgos y coníferas… y voilà! Descubrieron maravillados cómo esta dieta aportaba razonables cantidades de energía, casi tanto como los pastos actuales.

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3 comentarios

  1. Bueno el extracto de Ginkgo biloba
    » contiene diversos compuestos entre los que destacan diversas sustancias antioxidantes.
    Se le atribuyen propiedades estimulantes de la circulación, vasodilatadoras, venotónicas, antitrombóticas (anticoagulantes) y antiinflamatorias.» osea que los dinos fitófagos no sólo estaban bien alimentados, sino que debieron tener una salud de hierro. XD

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