Nuestra querida ciencia geológico-biológica tiene principios inalienables. Puede que el lector sea escéptico, pero quien haya tenido alguna experiencia paleontológica de campo sabrá a qué me refiero. Sin más, ahí van:
-La suerte del principiante para encontrar huesecillos nunca te sonríe, pero al que llega 5 minutos detrás de ti, sí.
-Cuando encuentres una pieza, y te dediques a rodearla, encontrarás otra que te cierra el paso.
-Con casi total seguridad, la pieza con la que e encuentras, resultará dañada.
-Con casi total seguridad, era una pieza más importante que la que rodeabas.
-Si decides sacar la pieza en dos fragmentos, serán tres.
-Al levantar un bloque acabado de partir, descubrirás que con él, se ha partido un hueso.
-Cuando la roca es dura, el punzón o destornillador tendrá más afinidad por tus dedos que por la matriz.
-La dureza del terreno es directamente proporcional al daño infligido a tus nudillos.
-Si hay actividad de raíces u hongos, te va a tocar a ti sacar ese precario hueso.
-Si abandonas tu área de trabajo por otra, el siguiente en llegar a tu antigua zona sacará todos los fósiles que se escondían de ti.
-Dibujar invocaciones, bichos y casas para atraer la suerte solo surte efecto cuando llega otra persona.
-El día que vayas a abandonar el yacimiento será un día de hallazgo importante… y no lo verás sacado.

¿No os encanta el trabajo de campo?

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5 comentarios

  1. Hola Pak, seguro que no me reconoces con este nombre… te sugiero que añadas la siguiente ley: «Cuando llueve el paleontólogo se moja, pero cuando quiere mojar… el paleontólogo no moja.» Ánimo con el blog!!

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