Lydekkerina huxleyi era un pequeño temnospóndilo (un anfibio primitivo) que dominó las faunas de anfibios del Triásico inferior sudafricano. ¡Y ojo, dominar las faunas de principios del Triásico no era moco de pavo! Recordemos que a finales del Pérmico (el periodo inmediatamente anterior al Triásico) tvo lugar la mayor extinción en masa que este planeta ha conocido, en la que la vida casi desaparece de la superficie de este planeta. Asi pues, ¿qué hizo de este pequeño anfibio un trending topic, con lo duras que debieron ser las condiciones tras semejante hecatombe?

Si bien la anatomía de este anfibio ha sido más que estudiada, su crecimiento, estrategias y hábitos de vida no habían recibido la mista atención. Y por ejemplo, la abundancia de tamaños semejantes de los cráneos recuperados se asociaba al predominio de adultos (y subadultos) entre los ejemplares recuperados. El pequeño tamaño en comparación con sus ancestros pérmicos había sugerido que su perodo de crecimiento podría haberse acortado, acelerando su madurez sexual para poder mantener una población mínima viable a pesar de las duras condiciones ambientales. Y en cuanto a sus hábitos, los datos puramente antómicos no aportaban especial luz a si era acuático o terrestre. ¡Hasta ahora!

Reconstrucción de Lydekkerina por Dmitry Bogdanov. Wikipedia.

En un estudio reciente, los expertos en paleohistología (el estudio de la estructura microscópica del hueso de vertebrados fósiles) Aurore Canoville y Anusuya Chinsamy han analizado la microestructura ósea de este anfibio para contrastar estas hipótesis biológicas y evolutivas. Varios elementos óseos de diferentes tamañosfueron muestreados y analizados para buscar información acerca de su dinámica de crecimiento, variabilidad y adaptaciones. Su estudio reveló que la muestra en realidad estaba formada por individuos de varias edades, en vez de ser predominantemente adulta, como se pensaba. Además, por lo visto, durante su crecimiento, experimentaban un acelerón o «estirón» temprano, lo que acercaba el tamaño corporal de los individuos jóvenes al de los adultos. Del mismo modo, adquirían su madurez sexual más temprano que sus parientes, tal y como se sospechaba, lo cual explica su pequeño tamaño. ¡Recordemos que el crecimiento corporal se frena al alcanzar la madurez sexual, dado que nuestro cuerpo pasa de invertir energía y recursos únicamente en crecer, a tener que invertir parte de esos recursos a reproducirse!

¿Y en cuanto a sus hábitos? Bueno, pues sus huesos largos muestran paredes gruesas y el aspecto de su cavidad medular sugiere que se trataría de un anfibio de hábitos más terrestres que acuáticos. Sin duda, un ejemplo de libro de cómo un estudio histológico puede contrastar las hipótesis que se tienen acerca de un bicho fósil.

Referencia: Aurore Canoville and Anusuya Chinsamy (2015) Bone microstructure of the stereospondyl Lydekkerina huxleyi reveals adaptive strategies to the harsh post Permian-extinction environment. The Anatomical Record (advance online publication) DOI: 10.1002/ar.23160 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ar.23160/abstract

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